Lunares en niños

Los lunares son aumentos de volumen pigmentados en la piel y generalmente son benignos en los niños. Sin embargo, existe una pequeña posibilidad de malignización por lo que siempre deben ser vigilados.

Los lunares más recurrentes en niños son los melanocíticos congénitos que son aquellos que aparecen desde el nacimiento. Por lo general, operamos estos lunares cuando son grandes, se notan mucho o aquellos que empiezan a crecer.

¿Cómo saber cuándo un lunar debe ser operado?

Los padres y madres deben preocuparse si los lunares presentan ciertas condiciones, llamadas ABCDE, por sus iniciales de diagnóstico. Estas son:

  • Asimetría
  • Bordes irregulares
  • Colores diferentes
  • Diámetro de más de 6 milímetros
  • Evoluciona o cambia con el tiempo

Los dermatólogos infanto-juveniles observan estos nevos o lunares y, si advierten características de riesgo, los envían a los cirujanos infantiles que pueden operar este tipo de lunares en niños y adolescentes hasta los 15 años.

Muchas veces los papás llegan con los niños que se han mantenido en control con el dermatólogo y les dice, el lunar es benigno. Pero después empieza a crecer y al niño le molesta por el tamaño o por la ubicación muy llamativa. Como hay algo distinto, hay una asimetría, sufren de burla. Entonces se lo quieren sacar. Nosotros podemos dar solución y ayudar a mejorar su calidad de vida.

¿Se pueden sacar los lunares en niños?

Mientras antes se opere el lunar es mejor, porque va a ser más chica la cicatriz.

Si el lunar crece, y lo sacamos mucho tiempo después, la cicatriz va a ser más grande. Se pueden operar desde los 3 meses, siempre y cuando el lunar o nevo tenga indicación de ser extirpado.

¿Qué tipo de anestesia de usa para extirpar lunares en niños?

En la cirugía para extirpar lunares en niños se debe emplear anestesia general. Es por esto que, igual que todas las operaciones, requiere de una preparación, de toma de exámenes generales, hemograma y pruebas de coagulación, entre otros.

A veces los papás preguntan si la cirugía puede ser con anestesia local, pero la mejor manera de hacerlo es con anestesia general. Esto nos permite trabajar con calma y precisión. Es una cirugía delicada, que requiere que el paciente esté absolutamente inmóvil y para que sea una buena experiencia para el niño es mejor que esté anestesiado completamente. La anestesia general es bastante segura, si el niño tiene ocho horas de ayuno y si está sano.

¿En qué consiste la operación para quitar los lunares en niños?

La técnica para extirpar un lunar en un niño depende del tamaño, ubicación y forma del mismo. Generalmente, la cirugía tiene una duración de menos de una hora. En esta se busca extirpar el lunar completamente, dejando los bordes libres y después se avanza en los bordes de la piel. En el caso de que el lunar sea muy grande, se realizan otras técnicas quirúrgicas. Todo lunar o nevo se envía a biopsia para conocer su origen y naturaleza.

Recuperación de la cirugía para extirpar lunares en niños

La recuperación de esta cirugía es de 3 semanas. En los primeros 7 días se pide que el niño se quede dentro de la casa y los días posteriores se aconseja reposo relativo.

Posteriormente se indica el uso de láminas de silicona para atenuar la cicatriz de la cirugía y compresión de la misma. Los resultados finales de la cicatriz por extirpación del lunar se ven después de un año. Durante todo ese período se pide el cuidado del sol con medidas físicas y bloqueador solar.

Es una cirugía electiva, reconstructiva y cubierta por las Isapres, pues son indicadas para mejorar la salud y calidad de vida de los pacientes pediátricos.

Aprende más en el siguiente video:

Doctora Carolina Correa
Cirugía Infantil