La preparación para una cirugía en niños, tanto física como psicológica, es un desafío por el que pasan muchos padres.
La mayoría de las cirugías en niños son relativamente simples y no tienen grandes riesgos, pero para cada papá y mamá, operar a un hijo, a su hijo, es un evento excepcional. Aparecen temores, dudas, además de la enorme responsabilidad de contener al niño y mantenerlo tranquilo.
Quizás no lo has visto así, pero déjame decirte que es importante poder preparar tanto a los niños así como prepararse ustedes, como mamá y/o papá.
Me gustaría contarte más sobre la fase previa de preparación de una cirugía en niños, para ayudarte a enfrentar este proceso con toda la información que necesitas, y para evitar dentro de lo posible el miedo natural que puedas tener.
Partiré por una confesión. A estas alturas de mi carrera, he operado a miles de niños. Es lo que hago, mi oficio, mi profesión. Aun así, te sorprendería lo especial que es para mí y mi equipo, como doctores, el momento en que recibimos al pequeño paciente de los brazos o de la mano de sus padres.
Esta “entrega del niño” es un acto de fe emocionalmente muy fuerte, no sólo para los padres, sino también para mí como cirujana.
Por supuesto, yo no sufro el miedo y dudas de los padres. Sabemos con certeza lo que haremos, cuándo y en qué orden, pero eso no resta nada a la carga emocional de que un padre o madre te entregue a su hijo para la cirugía.
Al final, esa confianza que nos dan, y ver la recuperación de los pequeños pacientes, es lo que nos da sentido como profesionales y personas.
¿Cómo debo preparar a mi hijo para su cirugía?
Hay algunos requisitos básicos:
- El niño tiene que estar en un buen estado de salud en general. Para verificar esto, en la consulta previa pediré algunos exámenes del niño, tales como un hemograma y pruebas de coagulación. Los resultados de estos exámenes deben estar en rangos normales. Además, descartamos con anticipación la existencia de otra condición de riesgo.
- Mantener 8 horas de ayuno completo previo a la cirugía, y 6 horas en caso de lactancia materna exclusiva.
¿Cómo explico a mi hijo que lo van a operar?
Mi primer consejo es explicar lo mejor posible y en términos muy simples, siempre de acuerdo a su edad.
Quiero contarte ahora lo que he visto a lo largo de los años, de conocer y conversar con muchos niños y sus padres, y lo que creemos que es importante saber.
Digamos «para qué», más que «cómo»
No es tan importante ni conveniente contar detalles de cómo es la cirugía en niños, sino más bien para qué se hace. Usa palabras simples, no términos médicos que lo puedan confundir.
Digamos la verdad, sin asustar
No le prometas que no habrá dolor, es posible que sí tenga molestias. Pero sí cuéntale que los médicos harán todo lo posible para que sea lo menos posible y estarán atentos para ayudarlo.
Permitamos que el niño se exprese
Permite que se exprese, verbal y emocionalmente. Está bien si tiene preguntas, si de pronto tiene miedo o tiene ganas de llorar. Tú estás ahí para contenerlo, y yo, en mi rol de doctora, puedo ayudar a bajar su ansiedad.
Cómo explicamos la anestesia a un niño
Cuéntale a tu hijo que no hay por qué tener miedo a la anestesia. Lo que sentirá es que se dormirá y se despertará con el papá o mamá a su lado. Te aconsejo leer en este mismo sitio el artículo en que te cuento específicamente sobre la anestesia, no sólo para que le cuentes a tu niño(a), sino también y muy especialmente para que tú no tengas miedo y estés preparado(a).
Cómo manejar la ansiedad antes de la cirugía
- Recuerda que los niños se ponen ansiosos, los papás son el primer factor de contención. Y nadie conoce mejor a tu hijo que tú.
- El grado de ansiedad depende de si se quieren operar o no. Por ejemplo, cuando operamos orejitas aladas (o en asa), el niño sufre menos ansiedad, cuando es él mismo quien quiere corregir sus orejas, porque no le gusta como se ven, sufre bullying, etc.
- Tu hijo(a) estará sereno y confiado en la medida que tú también lo estés. Intenta mantener la calma y el temple.
- Los niños preguntan mucho, especialmente sobre la anestesia. Tienen miedo a despertarse durante la anestesia.
Aunque esto lo tratamos con más detalle en el artículo específico sobre la anestesia, déjame contarte que, en realidad, a veces comparamos la anestesia con dormir, para explicarlo en términos fáciles, pero la anestesia es distinta del sueño nocturno, porque es un proceso inducido y constantemente monitoreado por un médico especialista en anestesia. Por lo tanto, si bien en la noche es normal y frecuente despertarse, no ocurre así con la anestesia.
En algunos casos de cirugía en niños, los más ansiosos con la anestesia son los papás. Si es el caso, normalmente propongo a los papás tener (ellos) una consulta con el anestesista, para resolver sus dudas.
¿Qué debo y puedo llevar a la clínica u hospital?
¿Puede el niño llevar algún juguete o algo para distraerse?
Si, como entretención y distracción puede llevar lo que más le guste. Pueden ser libros o juguetes que lo acompañan, ojalá lavables. Consolas de juegos (como una Playstation), no las aconsejo.
Es importante que lo que lleve el niño para entretenerse sea compatible con el reposo postquirúrgico. Si lo que más le gusta es jugar al tenis, tendrá que esperar hasta estar de alta y recuperado.
No es bueno llevar demasiadas entretenciones. La estadía generalmente es corta, además un exceso de juguetes puede ser confuso para el niño.
- Debe llevar un bolso con un pijama suelto, amplio. Además sus pantuflas y sus juguetes, según lo mencionado anteriormente.
- No debe llevar comidas ni bebidas. Lo que el niño pueda comer y beber durante su estadía, será proporcionado por la clínica u hospital, de acuerdo a la indicación médica particular.
¿Puedo acompañar a mi hijo si debe quedar hospitalizado?
Si el niño queda hospitalizado, uno de los padres (o un adulto responsable) y sólo uno, debe quedarse con él, nunca quedan solos.
En resumen
Es normal que los papás y pacientes tengan dudas e inquietudes antes de una cirugía en niños. Además, hay una carga emocional importante que incluso como doctora yo misma siento.
Mientras más información tengan acerca del día de la cirugía, más podrán anticiparse y habrá menos angustia.
Pero en general los riesgos son bajos, lo mejor es tener toda la información a la mano y contar a nuestros niños en términos veraces y simples qué es lo que ocurrirá, para qué es la cirugía y cómo funciona la anestesia, y que lo más probable es que todo sea más corto y mucho menos traumático de lo que están pensando.
