Los injertos de piel son una pieza clave del tratamiento de lesiones por quemaduras en niños, y los injertos de cuero cabelludo son el tema de este artículo. Un buen resultado se evalúa por lo funcional, pero también por lo estético.
¿Qué es el injerto tomado de cuero cabelludo?
La técnica de injertos de piel, en general, consiste en cubrir o restablecer la continuidad de la piel que se ha perdido por una lesión, usando una parte de la piel del mismo organismo.
Los injertos pueden ser tomados de diferentes partes del cuerpo, y consideran tanto piel o epidermis, y dermis.
Injerto tomado de cuero cabelludo en niños
Comenzó a usarse hace años, como excepción, sólo para pacientes grandes quemados.
La técnica y la preparación que requiere para tomar un injerto de cuero cabelludo es más compleja, pero se ha vuelto más frecuente dados los resultados muy favorables.
En los niños, hay una oportunidad única, ya que la superficie del cuero cabelludo es proporcionalmente mayor y el pelo crece nuevamente muy rápido.
El tiempo de recuperación es en promedio de 6 días, porque está muy vascularizado, mientras que los injertos tomados de otras partes del cuerpo, toman en general 10 días. Luego, la recuperación del sitio de origen del injerto es más corta.
El injerto así tomado queda más claro, más parecido al color normal de piel, por lo que estéticamente se ven mejor.
Ventajas del injerto de cuero cabelludo
Estos mejores resultados ocurren principalmente porque el lugar de origen del injerto queda sin marcas.
Además el cuero cabelludo es una zona limpia, menos expuesta a la contaminación de la herida, y con buena cicatrización.
Preguntas frecuentes
Una pregunta habitual de los papás e incluso de otros médicos es, si en el lugar de destino del injerto crecerá pelo. Esto no ocurre, dado que el folículo piloso es más profundo, por lo tanto, no es trasplantado.
El instrumento empleado, el dermátomo, permite graduar con precisión el espesor del injerto, y se toma una lámina muy fina.
Incluso es posible tomar varias veces injerto del cuero cabelludo, dada la resiliencia del tejido, y con buenos resultados. Recuerdo que en una oportunidad en un paciente de 10 años con quemaduras de gran extensión, fue necesario tomar injertos once veces desde cuero cabelludo con gran éxito, su pelo siempre volvió a nacer a la semana, funcionando como una especie de “cultivo” o reservorio de piel de buena calidad.
La preparación es más laboriosa, porque que se debe rasurar, inyectar suero para producir expansión y tensión, y facilitar la toma del injerto, además se debe retirar los pelos que queden.
El pelo crece normalmente luego de tomado el injerto
El injerto tomado desde cuero cabelludo, cuando se realiza correctamente, no produce alopecia en la zona de origen. El vendaje debe ser prolijo y ajustarse bien a la cabeza y mentón, para garantizar la recuperación de la zona.
El injerto propiamente tal, es decir, colocarlo para cubrir la zona herida, sigue la misma técnica que cualquier otro injerto que provenga de otras zonas.
La evolución del injerto
El injerto de cuero cabelludo se adhiere muy fácilmente y el color de la piel resulta más parecido al de la zona aledaña.
Sirven en cualquier caso en que haya de pérdida de piel, como accidentes traumáticos con desforramiento, o al resecar lunares de gran tamaño.
La experiencia y formación son importantes
No es una técnica universalmente empleada, dado que requiere formación y experiencia específica. Dominar la técnica toma tiempo. A todos nuestros becados de cirugía infantil enseñamos la técnica, pero es importante consultar con un cirujano que domine y tenga experiencia en ella.
La cabeza permite tomar injertos de hasta el 5%-6% de la superficie corporal total, por cada vez.
No siempre se rasura toda la cabeza, sólo se rasura lo estrictamente necesario, además, recordemos que el pelo crece con relativa rapidez en niños.
A veces las niñas podrían tener un grado de resistencia por no querer usar el pelo corto, pero con una conversación franca normalmente esto se resuelve y son ellas mismas las que prefieren evitar una nueva marca en un muslo o pierna y dejar esta marca de zona dadora escondida en cuero cabelludo.
Estos injertos, al ser más elásticos, crecen más fácilmente con el niño, que un injerto tradicional, tomado de otra parte del cuerpo. La zona injertada se “estira” mejor, conforme el niño crece, presenta menos posibilidades de bridas y zonas retráctiles.
En resumen
Los injertos de cuero cabelludo en niños son una valiosa alternativa para tratar y reparar diversos tipos de heridas, y no afectan la apariencia ni crecimiento del pelo en la zona de origen. Presentan una buena adherencia y adecuación funcional y estética en el área de destino.